“Queremos que otras familias puedan disfrutar de los
atardeceres mágicos y las vistas de estas colinas privilegiadas”
“Queremos que otras familias puedan disfrutar de los
atardeceres mágicos y las vistas de estas colinas privilegiadas”
Hasta que su tía Hortensia decidió vender su mitad de Hacienda Guay Guay en 1978, y empezó la parcelación de los terrenos. “Cuando vi el portón del primer condominio, Los Cóndores, no lo podía creer. Ahí nos dimos cuenta que la cosa iba en serio”, cuenta Raúl. Así fue como empezó a poblarse Chicureo y sus alrededores. Hoy, los siete hermanos Olivares Grohnert, son dueños de 2.500 hectáreas de Hacienda Guay Guay y han sido los últimos en decidirse a vender. “Nos ha costado mucho tomar la decisión. Es como dejar atrás nuestra historia, pero el boom inmobiliario es imposible de ignorar. Nos vamos a quedar solo con la casa patronal de Hacienda Guay Guay que son ocho hectáreas; dos de ellas son el parque que formó mi abuelo Raúl y que ya se ha abierto al público para ferias, eventos y matrimonios. Queremos que nuevas familias puedan gozar de estas tierras, de sus atardeceres y sus vistas al valle. Esperamos de todo corazón que lo hagan”, señala Raúl.